viernes, 17 de mayo de 2013

Corzos rudroneses (Capreolus capreolus)

Señal de tráfico. Corzo
Sorprende su peso, entre 20 y 30 kilogramos. La cabeza presenta una pequeña cuerna de tres puntas en los machos. Huyen al detectar el más mínimo peligro. Las cuernas del corzo macho se pierdan a comienzos de la estación fría.
Los machos establecen un territorio que defienden contra cualquier intruso. Marca su territorio utilizando unas glándulas que tiene en la cabeza, en el abdomen, la región anal y en la base de las patas, que segregan una sustancia olorosa.
El mes de Julio empieza el celo del corzo. Los machos emiten una berrea llamando a las futuras compañeras. Suele haber pocas peleas entre corzos machos en época de celo, siendo monógamos de no haber superpoblación.
Las hembras se separan del macho después de la cópula para reunirse con otras hembras. A pesar de que el apareamiento es en Julio, hasta Diciembre no comienza la gestación, siendo esto así para parir en Marzo, y evitar los nacimientos en pleno invierno. La gestación dura 40 semanas. Los nacimientos suelen ser dobles, y muy probable que sean de distinto sexo. Nacen con 1 kilogramo de peso, y en 1 semana pueden estar comiendo solos. Son presa fácil zorros, perros salvajes y águilas imperiales en esta primera etapa de su vida.
Si es macho, abandonan a la madre a los 8-9 meses, y no antes de dos años si son hembras.
En invierno mantienen una actividad diurna  con cortos reposos nocturnos. Comen retoños y botones de plantas leñosas, y cuando hay, frutas, hierbas, o cortezas de árboles.
Los grupos invernales de corzos van guiados por una hembra, que al menor signo de peligro, emite un fuerte ladrido  que pone en alerta a todo el grupo.


Corzo, ilustrado por Gelosoi

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