martes, 26 de marzo de 2013

Hongos del Rudrón: Pardilla (Lepista nebularis / Clitocybe nebularis).


Pardilla en el Valle del Rudrón
"Todas las setas son comestibles, al menos una vez", Groucho Marx.

Arrancamos este artículo con esta conocida frase, ya que el consumo de este hongo no está permitido en España. El motivo es que aunque se cueza antes de su consumo, no sienta bien a muchas personas, provocando alteraciones digestivas que pueden ser serias.
Nos la encontraremos en otoño y comienzos del invierno, diseminando sus grandes sombreros grises en amplios círculos (corros de brujas) sobre gruesas capas de hojas muertas del suelo del bosque.
Tiene un sombrero de 7 a 20 centímetros de diámetro, al principio convexo, luego aplanado y finalmente deprimido en el disco. Altura del pie entre 6 a 10 centímetros.
Sus láminas son "decurrentes", es decir, descienden a lo largo del pie. Carne fibrosa y dulce.
Crece bajo coníferas, pero también árboles de hoja caduca. Olor característico a moho, harina y fruta, es muy complejo, ya que mezcla muchos compuestos aromáticos. Es una seta de otoño, de las más frecuentes en Europa.
Y el apellido nebularis, del latín nebula, bruma o niebla, asociado a su color gris o blanquecino.
Como curiosidad, sobre ejemplares viejos de pardilla, crecen a veces unas setas blancas parásitas dotadas de volva, es la Volvariella surrecta (no aparece en  las fotos).
Lepista nebulares. Valle del Rudrón

Detalle Clitocybe nebularis

Formas curiosas de la pardilla. Valle del Rudrón

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